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biografia de Pedagogos influyentes

martes, 17 de abril de 2012

Augusto Guillermo Federico Froebel  

 Federico Froebel nació el 21 de abril de 1782 en un pueblo llamado Oberweissbach cerca de Rudolstadt en Thuringia en Alemania.
Fue el menor de seis hermanos, su padre era pastor protestante y su madre murió a los nueve meses de nacido.
 
Aprendió a escribir en su pueblo natal así como operaciones sencillas de matemáticas y de geometría, en 1792 vivió con su tío en Stadt-ilm y asistió a la escuela formal. En el verano del año 1797 su padre lo manda a aprender el oficio de guarda-bosques y aprender de la naturaleza se convierte en la prioridad de su vida. En ese tiempo aprende topografía, geometría y a valuar terrenos.

 
A los 18 años ingresa a la universidad de Jena para estudiar mineralogía y matemáticas, dos años después regresa al oficio de guarda-bosques en Bamberg. En 1804 Froebel estudia un año de arquitectura en la Universidad de Frankfurt y un año después empieza a enseñar en la escuela de Antón Gruner en Frankfurt.
 
Motivado por los comentarios de Gruner, Froebel descubre las ideas de Johann Pestalozzi, viaja a Suiza y trabaja con él en Yverdon. Fue este tiempo el que determinó su vocación de maestro y filósofo.
 
En 1811 Froebel entra a la Universidad de Gotinga y estudia Filosofía, cinco años después Froebel funda el Instituto educativo universal alemán de Griesheim que luego mueve a Keilhau.
 
En 1826 Froebel publica su obra "La educación del hombre" y diseña una colección de 500 figuras de madera, estas completamente geométricas y lógicas entre sí las cuales son utilizadas para la enseñanza de las matemáticas.
 
En 1837 Froebel establece un kindergarten en Bad Blakenburg, Turingia, Alemania. En esta escuela se trabajaba con juegos, canciones, historias y manualidades.
 
En 1840 para conmemorar los cuatrocientos años de la invención de la imprenta de Gutenberg, Froebel lanza el Kindergaten universal alemán.
 
En 1843 se publica su libro “Cantos maternales”, que son una serie de canciones que buscan estimular los sentidos de los niños desde los primeros meses de vida.
En los siguientes diez años se fundan más de cuarenta y cuatro kindergartens en toda Alemania y un centro de capacitación de maestros en Mariethal.
El 21 de junio de 1852. en Mariethal, al cuarto para las seis de la tarde, después de una pequeña enfermedad, muere Federico Froebel.

 Rosa y Carolina Agazzi

(Volongo, Cremona, 1866-1951 y 1870-1945) Pedagogas italianas. Desde su puesto de trabajo en el asilo de Mompiano (Brescia), las hermanas Agazzi desarrollaron un método educativo que defendía a ultranza la participación activa del educando en todos los proyectos del centro de acogida; la reducción a su mínima expresión de la dureza en los reglamentos internos; y, sobre todo, la dispensa de un trato cálido y humano que había de buscar la integración del joven en lo más parecido a la unidad celular de la sociedad: la familia.
El sistema educativo de Rosa y Carolina Agazzi tenía su punto de arranque en los métodos pedagógicos desarrollados en Alemania por Friedrich Fröbel, el célebre creador de los "jardines de infancia", quien había lanzado esa idea de "escuela unificada" (después retomada por los Krausistas españoles, con Giner de los Ríos a la cabeza), mediante la cual se establecía que el desarrollo intelectual y afectivo del niño constituía una continuidad ininterrumpida. Ello implicaba la necesidad de concebir una "enseñanza cíclica" o "educación general" en el que no hubiera rupturas entre los períodos de parvulario, primera enseñanza y enseñanza secundaria.

El trabajo de las hermanas Agazzi eliminaba de las propuestas de Fröbel aquellas innovaciones más progresistas que le habían acarreado en Alemania fama de ateo y socialista. Así, el trabajo de Carolina y Rosa Agazzi mereció el beneplácito de los centros escolares católicos de toda Italia, que durante muchos años guardaron entre los anaqueles de sus bibliotecas algunas de las obras principales de Rosa (más dispuesta que Carolina a difundir por escrito el sistema pedagógico). Entre estas obras, conviene destacar La lingua parlata (El lenguaje hablado, 1898), L'arte delle piccole mani (El arte de las manitas, 1923) y Guida per le educatrici dell'infanzia (Guía para educadoras de la infancia, 1932).

Juan Amos Comenius


Jan Amos Comenius (en checo, Komenský) nació el 28 de marzo de 1592 en Moravia, región de la actual República Checa. Considerado el fundador de la pedagogía moderna. Era el menor de cinco hijos y el único varón de una familia de granjeros acaudalada. Sus padres pertenecían a la Unión de Hermanos Moravos (también llamados Hermanos Bohemios, o Iglesia Morava). Después de completar sus estudios en Alemania, volvió a su país natal. Más tarde, a la edad de 24 años, fue ordenado sacerdote de la Unión de Hermanos Moravos.


En 1618, Comenius fue colocado al frente de la pequeña parroquia de Fulnek, ciudad situada a unos 240 kilómetros al este de Praga. En aquel tiempo, la Contrarreforma católica, destinada a combatir el protestantismo, se hallaba en pleno apogeo en Europa. El conflicto religioso entre católicos y protestantes alcanzó su punto álgido con el estallido de la guerra de los Treinta Años (1618-1648).
Tras una década de lucha, la religión católica fue declarada la única confesión legítima en Moravia. A Comenius y a los miembros de las clases altas se les dio la oportunidad de elegir: convertirse al catolicismo o abandonar el país. Puesto que Comenius no estaba dispuesto a claudicar, trasladó a su familia a la pequeña ciudad de Leszno, importante centro de la Unión de Hermanos Moravos en Polonia. Aquello marcó el principio de un exilio que duraría cuarenta y dos años y que le privaría de regresar a su patria. Comenius se empleó como maestro de Latín en el Gimnasio de Leszno, una escuela para preuniversitarios. No obstante, al poco tiempo se sintió descontento con los métodos inadecuados de enseñanza, y con buena razón. El sistema escolar de la época se encontraba en un estado deplorable. Por ejemplo, solo a los varones se les consideraba dignos de recibir educación, aunque se excluía a los que nacían en la pobreza. La instrucción en las aulas consistía principalmente en llenar la cabeza de los estudiantes con sintaxis, palabras y frases del latín. ¿Por qué razón? Porque la Iglesia Católica controlaba la mayoría de las escuelas del medievo, y dado que la liturgia se celebraba en latín, era fundamental la enseñanza de esta lengua para asegurar una provisión constante de futuros sacerdotes. Además, no se daba atención alguna a fijar objetivos concretos en el aprendizaje, ni tampoco la educación que recibían los alumnos les ayudaba a pasar progresivamente de lo sencillo a lo complicado. La disciplina era severa, en ocasiones incluso cruel, y el ambiente moral, degradado. Comenius no fue el primero que defendió la necesidad de una reforma educativa.

En Inglaterra, Francis Bacon había condenado la insistencia en el latín y había aconsejado retomar el estudio de la naturaleza. En Alemania, Wolfgang Ratke y Johann Valentin Andreä, entre otros, también habían intentado hacer mejoras, aunque ninguno de ellos obtuvo el favor del Estado para sus proyectos. Comenius propuso un programa para hacer amena y no tediosa la educación, y lo llamó pampaedia o pansofía, que significa “educación universal” (se debe enseñar todo a todos).

Su finalidad fue establecer un sistema de enseñanza progresivo del que todo el mundo pudiera disfrutar. Decía que a los niños se les debía enseñar gradualmente, enlazando de manera natural los conceptos elementales con los conceptos más complejos. Asimismo, propugnó el uso de la lengua materna durante los primeros años de escolaridad en lugar del latín. Sin embargo, la educación no debía confinarse a la adolescencia, sino abarcar toda la vida del individuo. Comenius escribió que el estudio tenía que ser “completamente práctico, completamente grato, de tal manera que hiciera de la escuela una auténtica diversión, es decir, un agradable preludio de nuestra vida”. También opinaba que la escuela debía centrarse no solo en la formación de la mente, sino de la persona como un todo, lo que incluiría la instrucción moral y espiritual.

Ovide Decroly

(Ronse-Renaix, 1871 - Bruselas, 1932) Pedagogo belga. Era médico como Maria Montessori, y, al igual que ella, comenzó su labor educativa con niños anormales; pero en 1907 fundó la Êcole de l'Ermitage, donde inició sus trabajos con niños normales.

Estudió las corrientes de la psicología contemporánea y siguió las directivas de la escuela de Ginebra. Es importante destacar la estrecha relación que establece entre globalización e interés al analizar las formas de la percepción infantil. El interés de los niños lo liga a las necesidades básicas, y a éstas las divide en cuatro especies: 1) necesidad de nutrirse, 2) necesidad de refugio, 3) necesidad de defenderse y protegerse, 4) necesidad de actuar, de trabajar solo o en grupo, de recrearse y mejorar.

Cada una de ellas puede constituir un "centro de interés", eje de actividades de todo un curso escolar. Destaca la importancia de familiarizar al niño con lo que le interesa, sin obligarlo a analizar, diferenciar o separar en edad temprana. Dichas operaciones serán objeto de articulación posteriormente.

El principio de globalización de Decroly excluye las materias tradicionales; los conocimientos se organizan en cuatro áreas: la historia en tanto asociación con el tiempo; la geografía con el espacio; las actividades expresivas (lenguaje, dibujo, música) y las de observación, que se concretan como exploración del espacio. Su obra más destacada es La función de la globalización y la enseñanza (1929).



Maria Montessori

(Chiaravalle, 1870 - Noordwjek, 1952) Pedagoga italiana que renovó la enseñanza desarrollando un particular método, conocido como método Montessori, que se aplicaría inicialmente en escuelas primarias italianas y más tarde en todo el mundo. Dirigido especialmente a niños en la etapa preescolar, se basaba en el fomento de la iniciativa y capacidad de respuesta del niño a través del uso de un material didáctico especialmente diseñado. El método proponía una gran diversificación del trabajo y la máxima libertad posible, de modo que el niño aprendiera en gran medida por sí mismo y al ritmo de sus propios descubrimientos.

Licenciada en Medicina en 1896 en la Universidad de Roma, ayudante el año siguiente en la cátedra de Psiquiatría de la misma universidad, se vio impulsada por su instinto profundo al estudio de los niños deficientes y advirtió inmediatamente que su problema, más que médico, era pedagógico. Expuso sus ideas sobre esta materia en el congreso pedagógico de 1898 de Turín. El ministro Baccelli le encargó que diera un curso a las maestras de Roma sobre la educación de los niños deficientes mentales, o "psicópatas", curso que se transformó después en una Escuela Magistral Ortofrénica, dirigida por Montessori durante dos años.

Marchó a continuación a Londres y a París para profundizar en estos estudios, asistiendo luego a cursos de Filosofía en la Universidad de Roma y de Psicología experimental, convencida de que la educación del niño había de tener su primer y esencial fundamento en el conocimiento científico, somático y psíquico de su ser. La lectura de las obras de J-M.-G. Itard y de E. Séguin, los dos ilustres maestros de educación de anormales en Francia, la ayudaron a profundizar los problemas de dicha educación especial, que bien pronto se le apareció como aplicación y revelación de las leyes generales de la educación del niño.

La obra desarrollada a continuación entre niños psicópatas mediante una experiencia práctica y fecunda trajo como consecuencia la aparición de una Montessori teorizadora y organizadora de un método general de la educación infantil. En 1907, precisamente en enero, por encargo del Instituto dei Beni Stabili de Roma, abría Montessori en uno de los nuevos barrios obreros la primera "Casa de los niños", al que pronto seguirá otra, también en Roma. Desde allí, la Institución se difundió por Italia y más aún por el resto del mundo, tomando el carácter de institución independiente, organizada de un modo cada vez más claro como un método original de educación infantil.

Este método, ya maduro por la experiencia y por la reflexión, fue expuesto por Montessori en el volumen Il metodo della pedagogia scientifica applicato all'autoeducazione infantile nella Casa dei bambini (1909), editado más tarde varias veces (1913, 1935, hasta la IV, de 1950, aparecida con el título La scoperta del bambino) y pronto traducido a las principales lenguas.

El método consistía en desarrollar la autonomía del niño, que encontraba en la "Casa" el material indispensable para el ejercicio de los sentidos, los objetos apropiados a sus aficiones y a sus proporciones físicas, y las posibilidades de aplicarse, con su trabajo personal y según su libre elección, a la solución de problemas prácticos interesantes, mediante el variado material disponible.

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